jueves, 26 de junio de 2008

Estación Darío y Maxi


Los autores materiales tienen su sentencia, pero los cráneos represores que dieron el visto bueno a esa masacre siguen ocultos y cuidados por la justicia.

1 comentario:

M dijo...

Es un problema de nunca acabar. Estas cosas de mi país me indignan y me repugnan. Harta de que el pobre muera o vaya preso por el simple hecho de ser pobre.
Estos chicos amaban nuestro país, y todo ese amor y proyectos los ponían en acción como toda le gente del PO a la que tanto admiro. Muerieron injustamente por un país de individualistas por el que no vale la pena morir.